Si tuviéramos que escoger entre ser “papolatras” o “papofobios”, escogeríamos sin titubear la primera opción, como mal menor, ya que somos ovejas que conocemos y queremos a nuestros pastores. Sabemos que donde está el Papa está la Iglesia, y donde está la rebelión está Lucifer. En otras modelos de iglesias es diferente.
Amamos Cristo, a su representante el Papa Benedicto XVI y al Nuncio Apostólico que es su embajador. En este último, vemos a un valiente diplomático con una carrera límpida y fructuosa en los lugares prestigiosos, y por veces difíciles, que le confía la Santa Sede.
Consideramos lógico que un blog que es tan contrario a la Iglesia y al Papa, produzca esa grosera ofensa contra su representante oficial en Ecuador, bien como contra otros queridos y respetables Obispos y sacerdotes en nuestro país a los que consideran “heraldos sin botas”.
A la vulgar diatriba del autor anónimo, respondemos desde aquí con una oración de acción de gracias por el pastoreo de nuestros Obispos y sacerdotes.
También hacemos una oración de reparación por la insolencia de estos, llamémosles “carmelitas calzados” (pero no calzados no con las clásicas sandalias de rigor sino con adidas, hawaianas u otras de tipo todo terreno, propias para campamentos en la selva putumayense…), que desde su “exilio”, se siguen envenenando entre ellos mismos.
Gracias a Dios nuestro pueblo sencillo no tiene acceso a esa ponzoñosa “literatura”.
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