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jueves, 31 de diciembre de 2015

“Vida consagrada”… ¿al mundo o a Cristo?

Para constatar hasta qué punto los carmelitas españoles de Burgos (que son los padres de Isamis) se han apartado del espíritu de su Orden y están inmersos en la mundanidad (tan denunciada por el Papa Francisco), vean estos saludos y votos de año nuevo:

El Rotary Club, el emporio Disneylandia o ciertos complejos turísticos ajenos a la moralidad de Las Vegas o de Cancún, celebran el año nuevo de la misma manera: derrochando dinero y silenciando a Dios (nadie puede servir a dos señores…). Si bien las luces artificiales son bellísimas… son artificiales. Falta la Luz por excelencia: el Señor, la fe, la esperanza.

¡Falta el carisma carmelitano! Con este talante ligth los carmelitas de Burgos reciben el año nuevo, un año tan cargado de amenazas y de esperanzas.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

"En nuestra iglesia, una celebración con muchos motivos"

Aconsejamos leer el artículo para entender mejor el comentario. El sábado 19 de diciembre, el blog de Isamis publica una nota:

"En nuestra iglesia, una celebración con muchos motivos"
Vamos a lo esencial:

Hablan en nombre de “nuestra iglesia de Sucumbíos”, se arrogan la propiedad de esta iglesia, siendo que ellos fueron una iglesia paralela que fue oportunamente desactivada por la Santa Sede. La Iglesia de Sucumbíos es la del Vicariato Apostólico de la cual es Obispo Monseñor Celmo (y no el pastor Edgar Pinos)

Comienzan su artículo citando al Concilio, a la fiesta de la Inmaculada Concepción, al Jubileo de la Misericordia, a la Puerta Santa, al papa Francisco, a Juan XXIII… toda una cortina de humo para vomitar su pestífera profesión socio política y religiosa: la de la “Iglesia Comunidad de Comunidades comprometida en la construcción del Reino”, una utopía fracasada que, hay que reconocerlo, está bien ilustrada por fotos publicadas en el artículo:

jueves, 17 de diciembre de 2015

Artículo de PPP: Deshonestidad, veneno y estupidez

Lo “bueno” de Pedro Pierre es que, al menos, siempre dice lo mismo; en sus artículos jamás se encontrará una originalidad, una novedad, una riqueza. El veneno y la estupidez de siempre, especialmente en lo que se refiere a la crítica permanente a nuestra Iglesia por los tesoros de su religiosidad popular, su ministerio sacerdotal, sus sacramentos, su Misa…

A cambio de lo que es la Iglesia santa en la que nos bautizamos la inmensa mayoría de los ecuatorianos y de la que somos piedras vivas, aunque imperfectas, nos propone, como buen isamita, un supuesto “Dios de la Vida” (?) (como si nuestro Dios, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, fuese un dios de muertos); un “Reino” que no define pero que se intuye que es algo así como una especie de Unión Soviética con su secuela de Gulags. También su “iglesia” solo exalta a “los pobres”, como si apenas ellos fuesen dignos de atención, con el agravante de discriminar a las personas por el tamaño del bolsillo o de los bienes materiales. (Porque no se trata de pobreza de espíritu, la que es evocada por Jesús en el sermón de la montaña)

lunes, 7 de diciembre de 2015

Éxitos históricos y aplastantes derrotas

Una característica del espíritu isamítico es el fanatismo. Ya lo hemos dicho más de una vez y todo el mundo lo sabe: ellos, solo ellos, nadie más que ellos.

Para “justificar” su postura, se escudan en un supuesto apoyo popular. Ahora, en una sana democracia, la opción de la gente se manifiesta en las urnas.

Es más que evidente que en la isla prisión de Cuba, ícono de la izquierda latinoamericana y paraíso isamítico -donde deberían recluirse Pedro Pierre y nuestros “padrecitos” diocesanos- no existe democracia sino una dictadura despótica y nepótica. Y una pobreza proverbial.

Cuando hay oportunidad de ejercer el voto y no hay partido único (como en Cuba), la gente acude a cumplir su derecho. Y en momentos críticos -como los que se viven en países arruinados por el socialismo y el populismo- la participación ciudadana es mayor; se disminuyen las tasas de abstención.

Es lo que ha sucedido recientemente en tres lugares significativos: Argentina, Francia y Venezuela. La gente votó y cambió los rumbos.