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jueves, 20 de julio de 2017

Pobre Venezuela

La complicidad de los gobiernos “isamíticos” latinoamericanos en relación a la situación de la hermana república de Venezuela es vergonzosa.

Más de siete millones de venezolanos respaldan la consulta popular organizada por la oposición para desafiar al gobierno de Nicolás Maduro. Es un 98,4 % que rechazó la Asamblea Constituyente de Maduro. Pero este último sigue reprimiendo con la fuerza militar y policial a los manifestantes que diariamente protestan en las calles y que ya han enterrado más de cien muertos. ¿Hasta cuándo seguirán las cosas así?

Los Obispos de Venezuela se han manifestado también contra Maduro y han denunciado que el dictador conduce el país al socialismo comunista y marxisma. Con todas las letras y sin pelos en la lengua.

Maduro, que discursa horas y horas todos los días, se dedica a decir sandeces propias de un payaso y nunca de un estadista. Se empeña, por ejemplo, en insultar con vileza a la Canciller Europea y los Presidentes Santos, Rajoy y Trump. También a Uribe, a Macri… ¿a quién no?

Viendo las posturas cada vez más fatales de Maduro, empezamos a tener nostalgias de Hugo Chávez…

Ecuador no está a la altura de las circunstancias:

Entre el discurso del presidente Lenín Moreno y su accionar hay brechas grandes y marcadas. Una de las más claras es en política exterior y su posición frente a Venezuela, país sumido en horas decisivas y dramáticas. Será por convicción, inercia u omisión, pero Ecuador se mantiene en el grupo de países americanos que se rehúsan a hablar claro sobre el decadente y represor régimen de Nicolás Maduro” (…) “¿Hace falta más evidencia para que Moreno decida desmarcarse de su antecesor y asumir una posición digna respecto a Venezuela? Hay que colocarse del lado correcto: de las víctimas, de la decencia, la libertad y la democracia. ¡Presidente demuestre coherencia!” escribió con clarividencia en El Comercio Diego Cevallos Rojas.

Desde su voluntario “exilio” dorado, Rafael Correa, siempre tan apegado a Maduro, calla también.

Y en Sucumbíos todavía hay raros especímenes que nos siguen hablando de las bondades de Nicolás, de Raúl y hasta del diablo… Siempre pusieron al socialismo comunista en los cuernos de la luna y no le faltaron para eso al menos dos tribunas: Radio Mentiras y aquel comuno-columnista francés desterrado en Guayaquil de la página Opinión de El Telégrafo.

Como Isamis, Maduro no quiere dejar su puesto y se pudre.

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