También Víctor
Gómez nos explicó que los anuncios en la radio son cobrados, pero que hay
servicios sociales que no se pueden cobrar, ya que hay gente muy pobre que no
puede pagar. Hemos prestado “muchos” de esos servicios, dice. “pero no se han
cuantificado”… ¿Así se rinden cuentas?
Hay que decir
que con su nuevo director, la radio quiere tomar un rostro más simpático, ya
que Víctor Gómez, es un joven que tiene un talento y una simpatía bien superior
al malogrado Alcibar (o Anibal?) Bravo que, en diez años de gestión, dio
demasiadas muestras de incompetencia.
También el
hecho de que una monjita con su hábito religioso estuviera en la mesa
presidiendo la sesión, muestra el nuevo perfil que la radio se quiere dar.
Recordemos al P. Jesús Arroyo en bermudas o a la impresentable teresiana Susana
Alonso… Hoy, ellos estarían fuera de
tono en esa reunión.
Lo cierto es
que la exposición de Víctor Gómez deja mucho que desear y nos muestra, una vez
más, que Radio Sucumbíos es una empresa comercial acatólica. Es lo más benévolo
que se puede decir.
Nos dice que la
radio “nació de la preocupación de la Iglesia San Miguel de Sucumbíos”. San
Miguel de Sucumbíos es un Vicariato y no una iglesia. Debería de haber dicho
“nació de la preocupación de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos”; pero
como ellos se consideran una iglesia aparte -y no parte de la Iglesia,- se
explica su afirmación…
En 1992 (son
los inicios de la emisora) Víctor Gómez explica que la radio “nace luchando junto
al pueblo por los 500 años de resistencia negra, indígena y campesina”. Aquí
vemos el tenor anticatólico de dicha radio, ya que no valora en lo más mínimo
la religión que en buena hora nos trajeron los españoles, entre los cuales hay
tantos santos, héroes y mártires. Cuanto a la supuesta resistencia “negra”, es
un disparate evocarla en ese contexto.
No valora,
entonces, la evangelización… pero dice que su radio “encarna la utopía del
Evangelio de Jesús” ¿Qué es lo que los oyentes de esa exposición entienden por
esto? Porque hay que tener cabeza hueca o retorcida para digerir sin traumas
eso de la “utopía del Evangelio”.
En su
palabrerío, que no es más que una cortina de humo para ocultar las cuentas,
Víctor Gómez dice que la radio tiene programas educativos, informativos,
formativos (?) defendiendo valores como la “solidaridad”, la “cultura de la
paz”, la “equidad de género”. No es la paz y la solidaridad lo que practica la
radio con los católicos que no están de acuerdo con los isamitas. Contra ellos
hacen guerra sin cuartel, ignorando sus manifestaciones o calumniando a sus
representantes. Eso lo sabe todo Lago y todo Sucumbíos. Probablemente fue su
celo por la “equidad de género” lo que llevó a la emisora a ser vehículo de la
consigna isamita: “los heraldistas dicen que las mujeres son impuras”…
Siempre
describiendo su filosofía, Víctor Gómez nos explicó en su “rendición de
cuentas” que la radio realizó en 2015 una importante campaña de “salud sexual y
reproductiva”. Esta campaña, en los términos empleados, favorece la promiscuidad
y la anticoncepción, es una campaña anticristiana. ¿Así viven en esa radio la
“utopía del Evangelio”?
El verdadero
evangelio de la radio parece ser el del gobierno nacional ya que confiesan que
están en la “búsqueda del buen vivir”, lo que no es otra cosa que la propuesta
del Gobierno del economista Correa que tiene como eje al “socialismo del Buen
vivir”. Eso sí que es una verdadera utopía…
En el
curriculum del año 2015, el nuevo director de la radio se jacta de que han dado
buena cobertura a manifestaciones de protestas. Lástima que la cuaresma o del
adviento tuvieron espacios escasísimos. En cambio el futbol o programas dichos
de jóvenes (que los deforman en lugar de evangelizarlos) sobreabundaron. Es
verdad que dieron cobertura a la visita del Papa. Pero, ¡solo faltaría que una
figura del tamaño de Francisco fuese ignorada o despreciada! Aunque no se
importaron con criticar a su antecesor, el papa Benedicto.
Entre las
emisiones de apoyo a la pastoral de la Iglesia, citan el triduo de la Virgen
del Carmen organizado por el movimiento Juan XXIII. Evidentemente no
repercutieron a las numerosas actividades promovidas por los carismáticos. Ni
nada del apostolado del Oratorio peregrino de la Virgen de Fátima llevado por
los heraldos.
Ahora conocemos
mejor un poco mejor la identidad de la radio: “antes, dice Víctor Gómez, éramos
radio privada. Desde 2015 tenemos otra cédula jurídica, somos comunitaria”. Ese
fue otro gran logro de 2015…
Pero la
pregunta que alguna vez hicimos desde este espacio permanece: ¿Es Radio Sucumbíos propiedad del Vicariato
Apostólico de San Miguel de Sucumbíos, es decir, de la Iglesia y, a ese título,
dependiente de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos,
dicasterio romano que se ocupa de los vicariatos?
Porque quien
escucha a Víctor Gómez, sale convencido que entre la Santa Sede y Corape o
Aler, la emisora se enfeuda plenamente a estas dos últimas y se zafa sin
ceremonia del Vaticano
¿Acaso no
constatamos eso cuando el cambio de orientación del Vicariato por ocasión de la
salida de Mons. Gonzalo López?
En resumidas
cuentas, las cuentas de radio Sucumbíos no fueron publicadas. Sucumbieron en
los antros del Puerto Libre o de Aguas Negras.
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