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lunes, 24 de noviembre de 2014

El bastón de una santa mancillado

El blog de los carmelitas de Burgos nos dice que Santa Teresa “vuelve” a Sucumbíos con su bastón.

El alcance de esta frase en muy elástico. Quizá lo más correcto sea decir que “vuelve” en su bastón, pero no vamos a dar clases de lengua a la madre patria…

Lo que sí es exacto  es que “vuelven” algunos carmelitas que tuvieron que salir de Sucumbíos por razones no muy honorables (los frailes Berdonces, Cantero y Setien); lo que no es para nada sinónimo de la presencia de la Santa Madre, ¡más bien lo contrario!

Se le ve en alguna foto a Fray Juanito Berdonces que no tuvo el buen gusto de vestir su hábito para acompañar la reliquia. El finado Padre Jesús Arroyo se puso su hábito religioso para escoltar las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús, hace ya algunos años. Pero los tiempos corren y evolucionan… o involucionan.

Las monjas carmelitas, en cambio, se las ve de hábito riguroso como le gusta a la gente. En cambio las “religiosas” de Puerto Libre, los diocesanos y los frailes, dejan mucho que desear. También el Obispo Celmo podría haberse endomingado para ciertos actos, pero bueno… Si el hábito no hace al monje, ayuda a hacerlo.

La venida de la reliquia de Santa Teresa a Ecuador empezó con una visita al economista Rafael Correa. No se ve mucha lógica en la incursión del bastón al Carondelet. Entre otras razones, porque el presidente tuvo la indelicadeza de condecorar al Obispo emérito de Sucumbíos con el menor grado (caballero) de la Orden del Mérito, al mismo tiempo que lo encumbraba como un héroe (?).

Uno de las cosas más lamentables a que dio origen el paso del bastón de Santa Teresa por Sucumbíos, fue un programa en Radio Sucumbíos que se puede escuchar es este sitio: (http://www.radiosucumbios.org.ec/index.php/podcast/podcast-punto-giro/523-santa-teresa-de-jesus)

En él, una rueda de personas es entrevistada por una periodista de Radio Mentiras con preguntas orientadas, pretendiendo identificar el espíritu teresiano a la aventura fracasada de los carmelitas en Sucumbíos. La periodista pregunta al Padre Edgar Pinos cómo acoplar el trabajo de Santa Teresa con nuestra vida y nuestra iglesia de Sucumbíos. Y el patán Pinos responde olímpicamente que no conocía a Santa Teresa pero conoció en el 75 a los carmelitas. Y de eso puede dar testimonio: ¡la experiencia misionera teresiana se asumió en Sucumbíos!

Por su parte, y totalmente en otra onda, el Mons. Celmo destacó que los cristianos deben diferenciarse de cualquier agente social y actuar según el Evangelio. A buen entendedor… Solo le faltó decir que hay que ser auténticos heraldos del Evangelio. Pero decir eso sería poner vinagre en una herida que no termina de cerrarse.

El blog de ISAMIS también celebró el paso del bastón. En una nota reproducida por los carmelitas de Burgos (errar es humano, perseverar es diabólico…) http://www.ocdburgos.org/es/noticias/?iddoc=28869 dan noticia de que “la representante de las organizaciones sociales de Sucumbíos, expresó que la gratitud da sentido a nuestro pasado, y agradeció a Dios Padre y Madre  por el carisma teresiano carmelita, a Monseñor Gonzalo López Marañón, a los Padres Carmelitas que vivieron y dieron su vida en Sucumbíos, a las Carmelitas del Sagrado Corazón, Carmelitas Misioneras, Teresianas de Ossó, al Carmelo seglar y a todas las personas que han hecho posible que tengamos fe y esperanza en la posibilidad de transformar el mundo desde nosotras/os mismas/os, comunitariamente”.

Por supuesto que Monseñor Sádaba aprovechó una vez más para poner su nariz, a falta de barbas, en nuestro Vicariato y se lució junto a carmelitas y diocesanos.

Se constata que los isamitas no solo no aprendieron la lección sino que la interpretaron al revés. Son los ciegos que pretenden guiar a otros ciegos y que terminan por caer juntos en el pozo.

Por otro lado, el historiador y columnista Freile Granizo publicó un artículo en La Hora (http://www.lahora.com.ec/noticias/show/1101753027#.VHDbxYuG_uQ) en que dice entre otras cosas que “la llegada de su bastón ha pasado desapercibida, tan solo un par de notas por aquí. Una mesa redonda por allá. El pueblo no ha tenido la oportunidad de darse un tiempo para conocer mejor no solo a tan formidable mujer sino sus vinculaciones con nosotros, los ecuatorianos, tengamos o no en las venas la sangre de los Cepeda y Ahumada”. Muy verdadero.

Que el bastón de Santa Teresa espante a los lobos del rebaño y protejan a las ovejas, demasiado cansadas de tanta hipocresía. Para eso existen también los báculos episcopales…

Nada te turbe… Solo Dios basta.

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